El Mercurio,13 de febrero 2022, «No podíamos cocinar y ducharnos o regar, porque el agua no alcanzaba. El proyecto nos cambió la vida»

Hasta la fecha, más de 750 familias han sido beneficiadas por esta iniciativa de CMPC y Desafío Levantemos Chile, que busca entregar acceso a agua para consumo humano y productivo en sectores rurales del Biobío y La Araucanía. En 2022, el programa buscará llegar a cientos de nuevos hogares.

Lucía Maldonado (48) es la presidenta de la comunidad Piutril Santa Ema, en la comuna de Collipull, Región de La Araucanía, donde ha vivido toda su vida. En este lugar las mujeres buscaron distintas formas de apoyar la economía familiar, hasta que retomaron el trabajo alfarero, actividad por la que son muy conocidas en la zona. Sin embargo, las alfareras del sector convivian con un problema que afecta a muchas familias que habitan en la ruralidad: la escasez de agua. “Para cocinar, lavar y para los animales se reutilzaba el agua. Muchas veces tuvimos que elegir entre una cosa u otra. No podíamos cocinar y ducharnos o regar, porque el agua no alcanzaba.
Para los animales fbamos al río a buscar agua”, narra Lucía Esta fue la realidad que vivió la comunidad por muchos años, hasta que llegó el proyecto Desafío Agua para Chile, una iniciativa impulsada por CMPC y Desafío Levantemos Chile que busca facilitar el acceso a agua potable para consumo humano y productivo en sectores rurales en las regiones del Biobío y La Araucanía y que en 2021 permitió que más de 750 familias tuvieran este servicio básico en sus vidas cotidianas.
Maldonado recuerda que, durante tres años, ella, su familia y vecinos tuvieron que depender semanalmente de camiones aljibes para abastecerse de agua, la que usaban solo para lo básico, “Los pozos de agua del proyecto Desafío y CMPC realmente nos cambiaron la vida. Fue un cambio muy fuerte para nosotros, porque facilitó todo lo que hacemos. Llevamos décadas viviendo acá y cada vez teníamos menos agua, lo que a veces era desesperante. Algunas familias pensaban irse a la ciudad, lo que nos daba mucha pena porque este es nuestro hogar.
Pero ahora nos podemos quedar acá viviendo tranquilos, como siempre hemos querido, porque somos de este lugar”, afirma emocionada Según datos de la Universidad de Chile, la escasez de agua afecta a casi un millón de personas en todo el territorio nacional, llegando casi al 50% de la población rural del país. Buscando solucionar este problema, Desafío Agua para Chile seguirá trabajando con comunidades rurales del sur de Chile.
Se proyecta que durante 2022 esta iniciativa siga creciendo y beneficiando a más familias Nicolás Birrell, director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile, señala: “En la fundación trabajamos día a día buscando soluciones eficientes para poder apoyar y levantar diferentes comunidades, Desafío Agua para Chile es de vital importancia para nosotros, ya que no solo les hemos dado acceso a ague potable a diferentes sectores, sino que también les entregamos herramientas de desarrollo, trabajo y crecimiento” Ignacio Lira, subgerente de Ásuntos Corporativos de por su parte, dice que “ya hemos podido llegar a más de 750 familias con una ayuda fundamental como lo es el agua potable. Vivir sin este bien básico es muy difícil y afortunadamente hemos podido aportar con una solución rápida y efectiva y esperamos que durante 2022 podamos seguir en este camino.
Parte de nuestro rol como empresa es involucramos con las comunidades presentes en los territorios en los que tenemos presencia y ayudarlos en su desarrollo, por lo que nos motiva mucho seguir participando en iniciativas como esta, que les facilita la vida a muchísimas personas”. Proyectos a la medida La gracia de Desafio Agua para Chile es que cada proyecto se enfrenta de manera distinta, persiguiendo siempre una solución viable y sustentable en el tiempo. de tal manera que si se analiza esta iniciativa se puede ver que se han ejecuado múltiples soluciones, tales como recolectar agua de vertientes y canalizarla bajo tierra, obtener agua de pozos profundos por medio del bombeo solar, instalar un abasto de agua sobre una torre de gran altura, instalar filtros para hacer que el agua sea apta para el consumo humano y mejorar sistemas de APR.
En fín, una serie de alternativas que tienen como gran meta mejorar la calidad de vida de las familias En la Región de La Araucanía, la comunidad Marileo de Lautaro fue una de las primeras beneficiadas con Desafío Agua para Chile Leticia Colihuinca, integrante de la comunidad, comenta que la llegada de agua potable a sus hogares fue una alegría tremenda. “No podíamos lavar la loza, la ropa, teníamos que acarrear agua con balde para la casa y también para darle a los animalitos. Este proyecto cambió la vida de 40 familías, es algo súper lindo.
Estoy contenta, porque la vida se nos ha hecho más fácil y para el verano ya tuvimos agua para el hogar, para la huerta y para darles a los animalitos”, relata. maría Riquelme y su esposo Mario Valdebenito, vecinos del sector La Esperanza, en la comuna de Nacimiento.
E A Er tenía agua, pero no la podía usar Desafío Agua para Chile no solo entrega soluciones de acceso a agua a comunidades que no lo tienen, sino que también facilita la disponibilidad de este recurso natural en lugares donde sí hay, pero que no se puede usar. Ese es el caso del sector La Esperanza, en la comuna de Nacimiento, Región del Biobío. El sector pasa por una fuerte sequía y más de cien familias que viven ahí han tenido que reinventarse para encontrar agua en napas subterráneas, haciendo punteras (pequeños pozos) en distintos sitios. Algunos no han tenido suerte y tuvieron que recurrir al camión aljibe que facilita la municipalidad una vez a la semana, mientras que otros lograron encontrar agua, pero en muy malas condiciones. Para solucionar este problema, CMPC y Desafío Levantemos Chile implementaron una innovadora solución: filtros de agua instalados en 38 hogares del sector.
“Los filtros nos solucionaron ese problema en un 100%. Teníamos una calidad de agua en pésimas condiciones, era turbia, tenía mal sabor y para tomarla había que hervirla, Comparando el agua con y sin el filtro, de negra pasó a salir blanca. Ahora es transparente total y el sabor es diferente, rico y livianito. Todos los vecinos están muy conformes”, comenta María Riquelme, vecina de La Esperanza.
Se trata de un filtro eléctrico instalado en las llaves de agua de las casas, que permite separar los metales que provienen del agua y les deja un fluido limpio y disponible para el uso doméstico.
“Era una necesidad tremenda, porque ya todos estaban comprando agua y eso es caro”, relata María, quien además dice que el sector pasó a ser independiente en términos de recursos hídricos: “El camión ya no viene”. aguas lluvia para suplir la escasez en comunidades rurales Softys Water Challenge es un concurso internacional impulsado por Softys, filial de CMPC, que premia y ayuda a implementar iniciativas que buscan solucionar el problema de abastecimien1o de agua de distintas comunidades. En conjunto con Fundación Amulén y el Centro de InnovaciónUC, se eligen las mejores propuestas y se llevan a cabo en los lugares donde más se necesitan. En 2021, “Chaac”, el proyecto ganador, logró entregar agua potable a 40 familias y cuatro sedes sociales, pertenecientes a siete comunidades mapuches, en la comuna de Lumaco, Región de La Araucanía. A través de un sistema de recolección de aguas lluvia, instalado en los techos de las casas y escuelas, se logró entregar una fuente alternativa de agua potable en forma eficiente y sostenible.
El agua acumulada pasa a un filtro, donde se separa de cualquier otro elemento, como hojas o tierra, y a través de cañerías, bombas y purificadores se puede entregar agua de alta calidad a los habitantes de la zona. Ana Huilcaleo, beneficiada en la comuna de Lautaro, Región de La Araucanía luis Felipe Gazitúa, presidente de CMPC, junto a vecinos de la comunidad Marileo, en Lautaro.

Eva Maldonado, vecina de la comunidad Piutril Santa Ema, en Collipull

66 Antes tenía que lavar a mano una vez a la semana y teníamos muchos problemas con la ducha. Ahora puedo hacer mis cosas, mis actividades, lavar loza y tengo lavadora automática”. ODETTE ABURTO, vecina comunidad Piutril Santa Ema, Collipul 66 Gracias a Dios se logró este proyecto por el esfuerzo de mucha gente.
A cualquier persona del campo algo así le cambiaría la vida, no solo en este sector” LUIS ARÉVALO, vecino sector Los Álamos, Laja. 66 Estoy contenta, porque la vida se nos ha hecho más fácil y para el verano ya tuvimos agua para el hogar, para la huerta y para darles alos animalitos” LETICIA COLIHUINCA, vecina comunidad Marileo, Lautaro.