Columna La Segunda, 30 de septiembre 2020

Se acaba el tiempo para enfrentar la sequía

El acceso al agua es una necesidad básica y urgente. No podemos seguir esperando para implementar alternativas sustentables que den solución a esta crisis. Hoy, más de 1 millón de chilenos dependen de ríos, pozos y camiones aljibe para abastecer de agua a sus familias. Nuestro país necesita nuevas políticas públicas para resolver este problema.

Sólo el 52,8% de la población rural en Chile tiene acceso seguro a agua potable. ¿Y qué está pasando con la otra mitad de familias que viven fuera de las ciudades? Están sufriendo día a día las difíciles circunstancias de vivir sin este vital recurso, con todo lo que ello significa en términos de higiene, salud y economía. El programa de Agua Potable Rural (APR) ha resuelto el problema para las localidades concentradas, pero si queremos cerrar la brecha para las 350.000 viviendas restantes, tenemos que buscar nuevas soluciones. Entre 1965 y 2005 el alcance de este programa creció linealmente, sin embargo, en los últimos 10 años éste se ha estancado. A lo largo de todo Chile podemos encontrar comunidades que llevan 5, 10 o incluso 20 años esperando por una solución definitiva para tener agua potable. Estas familias necesitan agua hoy, por lo que debemos priorizar esta problemática como país.

Existen casos paradójicos. En la comunade Quemchi, en la Región de Los Lagos, un 74% de las viviendas rurales no tiene acceso seguro a agua potable, en una zona con un nivel de agua lluvia de 2.214 mm anual. Allí deberíamos implementar soluciones a partir de estas aguas lluvias. Sin embargo, hoy no existen herramientas públicas adaptadas para financiar este tipo de soluciones. Las fundaciones, gobiernos locales y comunidades tienen que buscar otras formas para financiar estos “pilotos” a través de Fondos FIC, del gobierno regional u otras alternativas. Se hace más urgente el momento de evaluar estos pilotos y ofrecer líneas de financiamiento público para escalar estas soluciones innovadoras, de modo de acelerar el incremento en cobertura de agua potable de las zonas rurales.

El Ministerio de Vivienda apostó el año 2018 por implementar barrios transitorios para ofrecer una hoja de ruta a las familias que viven en campamentos y así llegar a tiempo con alguna mejora a sus situaciones de vivienda. Respecto de la escasez hídrica, debemos implementar con urgencia soluciones intermedias entre el camión aljibe y un APR, que puede demorar años o décadas en llegar. Existen en nuestro país soluciones innovadores con capacidad de escalabilidad. Faltan políticas públicas y planes de financiamiento para poder llegar con agua a las personas que lo necesitan hoy.

Verónica Puga, Directora Ejecutiva Fundación Amulén