En zonas con alta precipitación, la captación de agua lluvia es factible y recomendable. Por lo mismo y aprovechando el clima de la zona; a través de la utlización de los techos para la acumulación de agua cruda, posterior tratamiento y disposición final en estanques de agua potable, se logra potabilizar y recolectar agua potable. La potabilización del recurso se hace mediante filtros mecánicos, químicos, de ultravioleta y cloradores, lo que permite asegurar el cumplimiento de la normativa chilena de agua potable (Nch409).